Maneras de controlar una plaga de lechuga

La lechuga es un vegetal de rápido crecimiento que se puede cosechar para usar en ensaladas, así como en muchas otras recetas. Esta hortaliza prospera al aire libre en zonas de rusticidad del Departamento de Agricultura de EE. UU. 2 a 10 y crecerá en una variedad de condiciones. Dependiendo de su ubicación, sin embargo, su cultivo de lechuga puede ser víctima de cualquier cantidad de plagas que podrían dañar o incluso diezmar su plantación. Para evitar que esto le suceda, equípese con el conocimiento de las plagas más comunes que afectan a los cultivos de lechuga y tome medidas para prevenirlos en su jardín.

Plagas de lechuga comunes

Las plagas de lechuga se pueden dividir en tres categorías: malas hierbas, enfermedades y plagas de insectos. Debido a que la lechuga tiene una temporada de crecimiento bastante corta, las malezas pueden obstaculizar seriamente el crecimiento de un cultivo saludable. Las enfermedades que afectan los cultivos de lechuga son particularmente comunes en climas cálidos y húmedos. Algunas de las enfermedades más comunes que afectan los cultivos de lechuga son mildiú velloso, mancha foliar, podredumbre y una variedad de enfermedades bacterianas. Aunque es probable que muchas plagas de insectos se alimenten de cultivos de lechuga, el grupo más frecuente de plagas de insectos son las orugas. Los gusanos cortadores, los gusanos del ejército, los gusanos del maíz y las larvas de col dañan las hojas y los tallos de las plantas de lechuga, mientras que otras plagas de insectos como los pulgones, los gusanos y los escarabajos pueden causar daños también.

Controlando malezas

Para jardines pequeños, la recolección manual puede ser suficiente para controlar plagas de malas hierbas. En jardines más grandes, sin embargo, puede ser necesario usar un herbicida químico o natural. Algunos de los herbicidas más efectivos para las plagas de malezas que afectan a los cultivos de lechuga son imazethapyr, pronamide, paraquat y sethoxydim. Estos herbicidas se pueden usar para controlar malezas perennes o anuales, aunque imazethapyr y pronamida son más eficaces contra malezas anuales. Las malezas que afectan a las plantas de lechuga también se pueden controlar mediante el uso de técnicas de arado profundo, germinación previa a la plantación o solarización del suelo.

Manejo de enfermedad

Debido a que el clima es un factor importante en si los cultivos de lechuga sucumben o no a la enfermedad, los esfuerzos de manejo solo pueden ir tan lejos. Algunas enfermedades pueden ser tratadas, sin embargo, una vez que se desarrollan. Las enfermedades relacionadas con hongos como el mildiu velloso algunas veces pueden controlarse con fungicidas como el azoxistrobin e implementar métodos de irrigación para drenar el suelo puede ayudar a prevenir o controlar otras enfermedades como la pudrición del fondo. Los métodos químicos de control de enfermedades para plantas de lechuga a menudo incluyen ingredientes como cobre, azufre o maneb. En algunos casos, las malas hierbas son responsables de la introducción de virus patógenos en los cultivos de lechuga, por lo que el abono y la labranza también pueden ayudar a controlar la enfermedad.

Manejo de plagas de insectos

Las orugas, el grupo más grande de plagas de insectos que afectan los cultivos de lechuga, pueden destruir las plántulas y alimentarse de la corona y las hojas de las plantas maduras. Los gusanos atacan las plántulas emergentes (los escarabajos se alimentan de las hojas, los tallos y las raíces) y los gusanos de alambre dañan las semillas en germinación. Los insecticidas son el método más comúnmente utilizado para el control de plagas de insectos en cultivos de lechuga: algunos de los pesticidas más efectivos incluyen azadirachtina, diazinón y piretrinas. En los últimos años, varios pesiticidas de bajo riesgo como spinosad y metoxifenozida también se han hecho populares. Como alternativa a los métodos de control químico, la introducción de parásitos o insectos depredadores en el cultivo de lechuga puede ayudar a controlar algunas plagas de insectos, y los métodos de acolchado y arado también pueden ayudar a reducir las poblaciones de plagas antes de la siembra.

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